Los perros reactivos suelen reaccionar ante la simple visión de otros perros, personas, niños, ruidos fuertes y/o el movimiento de coches, bicis, personas corriendo, etc.
La reacción del perro a estos estímulos es generalmente la de ladrar, tirar de la correa, gruñir, morder y intentar abalanzarse hacia el estimulo que provoca esta reacción.
Normalmente es un comportamiento que asusta e incomoda a los dueños ya que no saben como gestionar a su perro reactivo y suelen intentar de todo:
- tiran de la correa en una lucha frenética con el perro,
- chillan y gritan y sacan todo un vocabulario de palabras indecentes,
- intentar ignorar la conducta del perro “a ver si así se extingue sola”,
- sacan el toquecito de atención “estilo Cesar Millan” que en la mayoria de los casos se convierte en una patada en el lomo al perro,
- eligen horas del día absolutamente anormales para sacar al perro y así evitar encuentros inesperados,
- eligen por no sacar al perro del todo o sacarlo lo mínimo posible
- …..y así muchos otros fantasiosos remedios para que el perro no reaccione.
Si eres el dueño de un perro reactivo, no salir a la calle con el corazón en la mano!
Estos momentos embarazosos que pasas con tu perro reactivo por fin pueden terminar!
A través de adecuadas sesiones de formación y mucho trabajo con tu perro veras la luz al final del túnel.
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Foto de alessandrafavetto.com