Rehabilitando a Oliva


Esta mañana la Asociacion para la protección animal El Albergue ha publicado en su web la historia de la perrita Oliva y queremos agradecer de antemano las palabras muy bonitas que han escrito sobre nosotros.
Cuando traemos Oliva a nuestro centro los problemas eran mas que evidentes: pánico a las personas y temor a los perros.

Su lenguaje corporal era muy claro: cola entre las patas y tan pegada al cuerpo que los primeros días estuvimos dudando si tenia una cola o se la habían cortado, lomo arqueado, temblores, mirada al vacío y conductas de escape y de evitacion continuos, con nosotros y con nuestros perros.

Al segundo día empezamos, con la ayuda de nuestra manada, la rehabilitación de Oliva.
El objetivo era claro: dejar que la perra cogiera confianza con los demás perros y con nosotros, sin esforzarla y sin obligarla al contacto, y a la vez intentar generar curiosidad en ella.
A cada interacción que teníamos con nuestra manada, juego, comida, cariño, Oliva se acercaba tímidamente a ver que estaba pasando, porque todos los perros estaban tan pendientes de nosotros. Todo un acierto!
Ya que la comida es uno de los motores motivacionales mas fuertes para un perro, fue fácil convencerla que una mano extendida con un trozo de salchicha es toda una fiesta.
Desde el tercer día ya no hacia falta extender el brazo, venia ella rápidamente a la mano a buscar algún premio.

En cuanto al juego, es difícil resistir a la energía alegre y juguetona de una manada de perros que corre atrás de una pelota así que Oliva se incorporó también de buena ganas a las actividades de juego en grupo. Fue en esto momento que nos dimos cuenta que sí tenia una cola! Corría detrás de los perros con su rabo levantado, intentando incluso invitar al juego con la típica posición del pecho al suelo y el trasero para arriba. Que alegría!

En el momento que empezó a coger sin temor comida de nuestra mano, empezamos el tratamiento con las Flores de Bach. Era evidente que la perra había sufrido mucho y el miedo tan paralizante hacia las personas tenia que resolverse. Así incorporamos en su rutina diaria la administración de las gotas de esencias florales, en una formula para ayudarla a superar sus traumas y estabilizarse emocionalmente.
Los resultados, como en la mayoría de los casos de perros tratados con Flores de Bach, fueron inmediatos y sorprendentes.

Evidentemente tenemos que seguir la terapia y seguir trabajando con ella ya que ahora nuestro objetivo es que Oliva se deje tocar y acariciar sin temor.

No cabe duda que es una perra muy dulce y buena que solo necesita tiempo para darse cuenta que no todos los humanos son unos monstruos y que pronto llegará, para ella también, una familia que la quiera.
Necesita esta oportunidad......¿Quieres dársela tú?…

Si piensas que puedes dar cariño y cuidado a Oliva y dejar que entre a ser parte de tu familia, ponte en contacto con El Albergue o envía un correo a adopciones@elalbergue.org