A menudo se da por descontado que el perro recién llegado nos quiere, le damos amor y esperamos que nos corresponda de la misma forma.
Con demasiada frecuencia pretendemos “humanizar” a nuestro perro, partiendo de la idea de que piensa y actuá como nosotros.
Bueno, si no quieres que tu amor cause daños al perro, tienes que conocer sus necesidades fundamentales y las mas evolucionadas.
Es necesario que tu aprendas en que situaciones el perro se estresa, cuando está feliz, que le provoca miedo y que lo excita. Es necesario conocer como comunica y aprende un perro de forma que puedes enseñarle lo que el necesita para ser feliz y vivir bien contigo y tu familia.
Tu principal objetivo tiene que ser elevar la calidad de vida del perro.
Alegría y verdad coinciden, así que si estas haciendo las cosas bien te puedes dar cuenta porque todos aquellos involucrados estarán mas felices.
Tienes que ser de beneficio para el perro y ocuparte del como si te ocupara de ti mismo.
Pasa tu tiempo con el perro, juega con el, relajate con el, haz deporte con el.
Piensa como piensa el perro, entra en su mundo y miralo desde su punto de vista: solo si tu te transforma mas en perro tendrás la posibilidad de vivir una experiencia única e incomparable con tu amigo de cuatro patas.
