"Oda al perro" de Pablo Neruda

"...y la antigua amistad, la dicha de ser perro y ser hombre convertida en un solo animal que camina moviendo seis patas y una cola con rocío." - Pablo Neruda

Oda al perro

El perro me pregunta

y no respondo.

Salta, corre en el campo y me pregunta

sin hablar


y sus ojos

son dos preguntas húmedas,

dos llamas líquidas que me interrogan

y no respondo,

no respondo,

no respondo porque no sé,

no puedo nada.

A campo pleno vamos

hombre y perro.

Brillan las hojas

como si alguien las hubiera besado

una por una,

suben del suelo

todas las naranjas

a establecer pequeños planetarios

en árboles redondos

como la noche, y verdes,

y perro y hombre vamos

oliendo el mundo, sacudiendo el trébol,

por el campo de Chile,

entre los dedos claros de Septiembre.

El perro se detiene,

persigue las abejas,

salta el agua tranquila,

escucha lejanísimos ladridos,

orina una piedra

y me trae la punta de su hocico

a mi, como un regalo.

En su frescura tierna,

la comunicación de su ternura,

y allí me preguntó

con sus dos ojos,

por qué es de día,

por qué vendrá la noche,

por qué la primavera

no trajo en su canasta

nada para perros errantes,

sino flores inútiles,

flores, flores y flores.

Y así pregunta el perro

y no respondo

Vamos

hombre y perro reunidos

por la mañana verde,

por la incitante soledad vacía

en que sólo nosotros

existimos,

esta unidad de perro con rocío

y el poeta del bosque,

porque no existe el pájaro escondido,

ni la secreta flor,

sino trino y aroma

para dos corazones compañeros:

un mundo humedecido

por las destilaciones de la noche,

un túnel verde y luego

una pradera

una ráfaga de aire anaranjado,

el susurro de las raíces,

la vida caminando,

respirando, creciendo,

y la antigua amistad,

la dicha

de ser perro y ser hombre

convertida

en un solo animal

que camina moviendo

seis patas

y una cola

con rocío.